París romántico
Tal vez sea por la hermosa Torre Eiffel, por los fantásticos jardines o por el Río Sena. Quizás por las cientos de películas que se han filmado en la capital francesa. Lo cierto es que muchas parejas aprovechan el encanto de París romántico para su luna de miel o viajes de amor de a dos.
París romántico: qué visitar
Si vais a viajar a la ciudad luz con tu pareja, no te puedes perder las siguientes actividades y atractivos turísticos:
Pasear por la callejuelas de Montmartre: Todas empedradas, con escaleras pequeñas e iluminadas con lámparas, unas vistas panorámicas de París desde lo más alto, los café y hasta los dos molinos de ese maravilloso Barrio: el Moulin du Radet y el Moulin de la Galette. Otro paseo por Montmartre es el último viñedo que queda en pie.
Ver el atardecer desde lo más alto de la Torre Eiffel: Ver cómo el sol se esconde en el horizonte es romántico en cualquier lado, pero en París y mas precisamente en la Torre Eiffel, es majestuoso. Suban con tu pareja en el horario en que caerá la noche, y si es posible, quédense a cenar en el restaurante del segundo piso, Jules Verne, a la luz de las velas y observando el hermoso Champs de Mars.
Visitar el “Beso” de Rodin y el jardín secreto: En el lateral izquierdo del Río Sena se ubica el Museo Rodin, un sitio imperdible dentro del recorrido de París romántico. Una de las obras más conocidas del artista es “El beso”, una escultura de mármol creada en el siglo XIX. El hotel Particulier (residencia privada) con sus tranquilos jardines completarán esa experiencia inolvidable.
Admirar los vitrales de la Sainte Chapelle: El juego de luces que se puede observar cuando el sol pasa por sobre estos ventanales y desemboca en la escalera de piedra es algo completamente mágico, ideal para esos días disfrutando del “París romántico”. La Sainte Chapelle está ubicada en la Ile de la Cite y fue construida casi completamente con vitrales.
Pasar un día de calma en Bois de Boulogne: Pueden preparar un picnic y llevarlo a los bosques ubicados en la parte oeste de París. Luego de comer y descansar mirando el bonito cielo, nada más romántico que un paseo de la mano por el jardín de rosas de la Bagatelle. También pueden rentar una bicicleta o un bote.
Maravillarse con los nenúfares de Monet: El preciso momento en que se accede a las dos salas ovaladas ornamentadas con las pinturas de los nenúfares de Monet es realmente mágico, perfecto para vivir con la persona amada. Las salas fueron diseñadas específicamente por el artista en el Museo de la Orangerie y vale la pena ir hasta allí.
Pasear por el Río Sena: A cualquier hora del día estarán cumpliendo con su objetivo de vivir un París romántico con todas las letras. Sin embargo, se aconseja subirse al crucero por el Sena para la hora del atardecer. Al tener techo de vidrio se pueden disfrutar de vistas en todos los ángulos de los puentes y monumentos iluminados a lo largo y ancho de esta hermosa ciudad.
Alojarse en un hotel con encanto para que todo vaya acorde, puedes acompañar la experiencia con un alojamiento con personalidad propia.
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